En la grabación publicada por la cadena rusa Zvezda se puede ver cómo un soldado coloca un fusil automático Kalashnikov entre dos ladrillos y empieza saltar sobre él, tratando de aflojar el soporte que une el cañón con la caja de mecanismos. Posteriormente el militar lo levanta y dispara del arma varias veces.
Otro investigador apoyó dos fusiles Kalashnikov contra el fondo de un auto levantado con ayuda de un gato hidráulico. Cuando el gato fue retirado las armas consiguieron aguantar el peso del vehículo y mantenerlo en el aire.
¡Atención! Sputnik recomienda no realizar este tipo de pruebas si no eres un militar profesional, un experto en armas o no cuentas con equipamiento especial.