Antes de la visita de Netanyahu a Estados Unidos ya había visitado Israel el secretario de Estado, Mike Pompeo, durante la que concedió una entrevista al canal 13 de televisión. Advirtió entonces que EEUU dejaría de compartir datos delicados de inteligencia con la nación hebrea si esta no reaccionaba a la amenaza que representaba ampliar su cooperación con China.
Oleg Matveichev, profesor de ciencia política de la Escuela Superior de Economía de Moscú, señala que lo que está haciendo Washington es chantajear a Tel Aviv.
"La inteligencia israelí es potente, así que lo que se está haciendo es chantajearlos. Algo que ya se ha convertido en normal para Estados Unidos. Estados Unidos chantajea a sus más allegados socios de la OTAN. Los estadounidenses chantajean a todo el mundo, incluidas China y Rusia, para intentar someter cualquier tipo de cooperación al formato que más les beneficia", dijo Matveichev en Sputnik.
"Por eso es posible que Israel rompa contratos poco significativos con China de cara a la galería mientras espera un cambio de Gobierno en Estados Unidos", cree el profesor.
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Mijaíl Shvarts, politólogo y periodista israelí, cree que habrá proyectos aislados a los que Israel tendrá que echar el cierre si Estados Unidos presiona fuerte. Israel tiene buenas relaciones con China, pero si esta quiere comprar esa o aquella empresa israelí, Tel Aviv reforzará el control sobre los activos de esa compañía, porque "piensan que no hay que permitir que el capital chino penetre demasiado en el mercado israelí", explica a Sputnik.
Dmitri Mariasis es miembro del Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias de Rusia y recuerda que, en el año 2000, Israel tuvo que cancelar un potente contrato militar con China por la presión estadounidense.
Las relaciones comerciales entre Israel y China se establecieron en 1992. Despegaron de los 50 millones de dólares a los 10.000 millones en 2013. En 2017 las importaciones a China de Israel alcanzaron los 4.200 millones de dólares y, las exportaciones israelíes de China, los 8.900 millones. Lo que se traduce en un aumento anual del 32,4% y del 9% respectivamente. La economía israelí se nutre principalmente de alta tecnología. Para muestra, en 2018 el 12% de las inversiones que recibieron las 'startups' israelíes fueron chinas.
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