Algunos se agarraron la cabeza y agitaron sus puños en señal de disconformidad, otros se burlaron, y las redes sociales estallaron. Pero nadie fue indiferente al pedido del presidente mexicano.
En una primera lectura, algunos dirán que el presidente mexicano podría haber perjudicado su imagen hacia el exterior, tras recibir una negativa a su pedido. "Queda un poco complicado porque el Gobierno español respondió de manera dura, aunque reiteró la fraternidad y la hermandad entre las dos naciones", comentó Basilio.
"AMLO exigió algo que no sucedió. Algunos partidos españoles, como el PP, están haciendo casi una burla del asunto. Pero no creo que es algo que deba preocupar a Andrés Manuel", sostuvo el analista.
Otras lecturas dirán que en realidad AMLO apuntaba a otra cosa. Para Basilio se trató de una acción más dirigida a fomentar una buena imagen entre la población mexicana.
La exigencia de López Obrador queda enmarcada dentro de su anuncio de que el 2021 será el año de la reconciliación. El mandatario aseguró que será él mismo el encargado de ofrecer disculpas por parte del Estado mexicano a la comunidad yaqui por la persecución sufrida, y a la china por los campos de concentración y casi exterminio durante la Revolución [1910].
"Para nada sale mal parado hacia adentro, quizás sí hacia afuera, pero ese es un costo político que López Obrador está dispuesto a asumir, y que tampoco significa un rompimiento de relaciones con España. Continuarán los intereses de inversiones y otros temas que no se van a ver perjudicados por este asunto", opinó Basilio.
Además, según el analista, la acción también fue útil al interior de España, donde "desde la crítica generó cierta unidad", mientras que el Vaticano "quedó muy neutral porque reiteró que ya ofreció disculpas por todo lo ocurrido durante la Conquista. Entonces, cada uno de los actores queda con una postura firme".
Sin embargo cabe destacar la buena lectura de los tiempos políticos del mandatario mexicano. "Hay una afortunada coincidencia, por decirlo así, entre los abucheos por la discusión de la Reforma Educativa y otras cuestiones de saldo negativo para el actual presidente de México, y esta cuestión de la carta", precisó Basilio.
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Entonces, el analista invita a preguntarse ¿por qué toma carácter público ahora si ya había sido entregada hace tiempo?. A su juicio, "es parte del juego y de la política de Andrés Manuel. Nos guste o no nos guste, lo que él sabe hacer es poner temas en la agenda pública y moverla como mejor le convenga. Tiene una gran capacidad para eso", concluyó.
