"La cumbre Prosur no llenó las expectativas que prometió porque se habló siempre de crear un nuevo organismo que reemplazara la Unión de Naciones Suramericanas [Unasur], pero por razones que tendrán que explicarse, esto devino solo en la creación de un foro", señaló Gaspar del Partido Socialista (centro-izquierda).
La semana pasada se realizó en Chile la primera cumbre de mandatarios para la conformación del nuevo Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur), que fue firmado por Chile, Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú, y que tiene como objetivo principal reemplazar a Unasur.
"La creación de Prosur fue muy precipitada, solo fue firmado por ocho países y eso significa que no generó un consenso en la región; no es un proyecto que devenga en integración, ni tampoco va a ser tan distinto de las tareas que ya cumple el Mercado Común del Sur (Mercosur), la Alianza del Pacífico, el Banco de Desarrollo de América Latina y las demás instancias regionales", agregó.
Además, se plegó a la crítica de la oposición chilena, cuyos líderes han argumentado que Prosur es un foro "ideologizado".
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"Los organismos tienen objetivos permanentes, en cambio los foros corren el riesgo de seguir las definiciones programáticas de los gobiernos que lo firman, y si cambia el Gobierno va a cambiar la orientación", añadió.
Política exterior
Gaspar realizó una crítica general a la gestión del Gobierno del presidente Sebastián Piñera en temas de relaciones exteriores, en ese sentido cree que "se ha roto la política del consenso".
"La política exterior siempre ha requerido un amplio consenso de la ciudadanía, y el Gobierno siempre ha trabajado en conjunto con la oposición para tomar decisiones, pero en este caso [Prosur] eso no se cumplió, fue una iniciativa solitaria del Gobierno que peca de ideologismo", dijo.
Prosur es una iniciativa regional impulsada principalmente por los presidentes Piñera e Iván Duque de Colombia, que tiene como objetivo principal reemplazar a la actual Unasur. Su declaración fundacional fue suscrita el 22 de marzo en Santiago.
Los organizadores del foro decidieron excluir a Venezuela, siendo el único país sudamericano que no tuvo representantes diplomáticos en la cumbre.