El periodista, de 63 años, interpuso en la Fiscalía General de la República la primera denuncia por violaciones al derecho humanitario internacional consideradas crímenes de guerra contra un guerrillero herido a partir de lo sufrido por él a finales de 1981.
"Yo sí creo que habrá justicia para mí, pero también para mi padre, asesinado por un grupo extremista de la guerrilla", dijo Dalton, quien busca además sentar un precedente para evitar que los crímenes del conflicto armado queden impunes ante la inminencia de que se apruebe en este país una nueva ley de amnistía.
La denuncia enviada al fiscal general Raúl Melara indica que entre el 7 y 21 de octubre de 1981 el guerrillero sufrió supuestamente vejámenes físicos y psicológicos a manos de efectivos de la Fuerza Armada de El Salvador, la Fuerza Aérea Salvadoreña y la extinta Policía de Hacienda.
Junto a él fueron capturados el médico Wilfredo Centeno y el internacionalista dominicano Manuel Enrique Terreno, quienes corrieron igual suerte y serán ahora los principales testigos de la investigación reclamada.
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La ley de amnistía de 1993, derogada en 2016 por la Sala de lo Constitucional, así como su compromiso de reclamar justicia para su padre, hicieron que Juan José Dalton relegara a un segundo plano su propia situación, según dijo.
"Mi caso es especial, yo estaba herido y, según la ley internacional, mis captores estaban obligados a proporcionarme atención médica: por el contrario, me colgaron del techo del cuartel, me torturaron, me golpearon y no reportaron mi captura, o sea, estuve técnicamente desaparecido", relató Dalton a Sputnik.
El periodista señaló que en su caso se cometieron tres violaciones a sus derechos humanos: la desaparición temporal, la negación de asistencia médica y la tortura.
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"Ellos nunca supieron que yo era hijo de Roque, pese a la campaña internacional que hicieron por mi desaparición y la de mi hermano Roquito (cuyos restos permanecen desaparecidos). Quizás si lo hubieran sabido no me habrían soltado tan pronto, porque para mis captores yo no tenía valor ninguno", reflexionó Juan José.
A la entonces gobernante Democracia Cristiana le interesaba mostrar que respetaba los derechos humanos, según Dalton.
"Tal vez no me hubieran matado, pero sabiendo la relación con Cuba y mi padre, hubieran tratado de joderme más aún", dijo el periodista, que responsabiliza de su situación a la cúpula militar y policial de la época.
Por ello solicito al Ministerio Público que ordene la realización de las diligencias iniciales de investigación y, una vez finalizadas, presente un requerimiento fiscal en contra de los responsables intelectuales y actores de dichas violaciones.
Dalton espera justicia, sanción, reparación integral y garantías de no repetición, tanto para él como para toda víctima de violaciones del derecho internacional humanitario, independientemente del bando en el que combatieran.
Una comisión de la verdad establecida por las Naciones Unidas estimó que la guerra contra varios grupos insurgentes, luego unificados en el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, dejó 75.000 muertos, la mayoría civiles.