"El Presidente del Senado, Gérard Larcher, desea recordar su compromiso con la unidad y la integridad de España, así como el respeto a su marco constitucional", reza una declaración institucional publicada por la cámara alta del Parlamento francés.
El mensaje añade además que "España es una democracia viva" y "respetuosa del Estado de derecho", por lo que manifiesta su "plena confianza" en las autoridades españolas a la hora de tratar la crisis política en Cataluña sin necesidad de interferencias externas.
Ante esta situación, estos senadores piden "que Francia y los países de la UE intervengan" en apoyo de los políticos catalanes que actualmente se encuentran presos por la posible comisión de delitos en relación al referéndum unilateral del 1 de octubre de 2017.
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Pocas horas después de conocerse la firma de este documento, la ministra encargada para Asuntos Europeos de Francia, Nathalie Loiseau, afirmó que España es un "Estado de derecho" y que el conflicto político en Cataluña es un asunto de índole interna sobre el que ningún representante francés tiene derecho a intervenir.
"En lo concerniente a Cataluña nuestra línea es constante: estricto respeto a las reglas constitucionales españolas", escribió Nathalie Loiseau en un mensaje publicado en Twitter.
Concernant la Catalogne, notre ligne est constante: le strict respect des règles constitutionnelles espagnoles. C’est un sujet qui relève de la responsabilité de l’Espagne, qui est un Etat de droit, dans lequel personne – fut-il parlementaire français- n’a à s’immiscer.
— Nathalie Loiseau (@NathalieLoiseau) March 25, 2019
Además, el Secretario de Estado de España para la UE, Marco Aguiriano, y el Embajador de Francia en España, Yves Saint-Geours, mantuvieron este 25 de marzo un encuentro en el que compartieron "su rechazo firme" al manifiesto.
Según el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, ambos coincidieron en que el manifiesto "revela un alarmante nivel de desinformación de los senadores firmantes sobre la realidad española, y en concreto sobre Cataluña".
La cancillería española agradeció a las autoridades del Gobierno francés y a su diplomacia la "rápida respuesta" ante el "inadmisible" manifiesto.