"Se han cursado dos órdenes de detención internacionales", aseguró a esta agencia un portavoz de la Audiencia Nacional.
Las órdenes se dirigen contra Adrián Hong Chang, ciudadano mexicano afincado en Estados Unidos al que se considera líder del asalto, y contra uno de sus acompañantes, el estadounidense Sam Ryu.
Este 26 de marzo se levantó el secreto de sumario de la causa en la que se investiga el asalto.
Según el relato de las autoridades judiciales, Hong Chang lideró a un grupo compuesto por diez personas que entró a la Embajada norcoreana con cuchillos, machetes, barras de hierro y armas cortas simuladas.
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Una vez en su interior, los asaltantes "comenzaron a golpear violentamente a sus ocupantes, hasta que consiguieron reducirlos y colocarles grilletes y bridas para inmovilizarlos".
Una vez que abandonaron el edificio, los diez atacantes se dividieron en grupos y se dirigieron a Portugal.
De acuerdo con la información de la que dispone la Audiencia Nacional, Hong Chang tomó un vuelo desde Lisboa a Nueva York, ciudad a que llegó el 23 de febrero.
Cinco días después del asalto, Hong Chang se puso en contacto con el Buró Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI) en Nueva York para —según la Audiencia Nacional— "facilitar información relativa al incidente en la Embajada".
El auto de la Audiencia Nacional detalla que, durante el asalto, los atacantes llevaron a una sala separada al encargado de negocios de la Embajada, al que invitaron a desertar tras presentarse ante él como "un movimiento de derechos humanos para la liberación de Corea del Norte".
"Cuando este les aseguró que no traicionaría a su país y no desertaría, fue de nuevo maniatado y le volvieron a cubrir la cabeza con una bolsa negra", señala el auto.
Las personas sospechosas de participar en el asalto asalto están siendo investigadas por la comisión de delitos de allanamiento de morada, detenciones ilegales, lesiones, falsificación documental, amenazas y robo, todos ellos cometidos en un contexto de pertenencia a organización criminal.