Liliya dice que su hija siempre estaba tosiendo y con el inhalador, pero que comenzó a sentirse mejor cuando comenzaron a llevar animales a casa.
"El año pasado ni siquiera estuvimos en el hospital", dice aliviada.
La administradora del departamento ortopédico traumatológico de la localidad dice que jugar con la pitón produce en nuestro organismo hormonas de la felicidad —endorfinas— y hormonas del estrés. Agrega que debido a esto tienen lugar procesos en nuestro organismo que pueden compensar y parar los síntomas del asma.
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