"Trabajamos en 53 países de la región con una población de 900 millones de personas, el 10% son gente que nació en un país diferente al que es su lugar de estancia actualmente, son gente que recibe insuficiente atención médica", dijo Santino Severini, coordinador del programa para la migración y la salud de la Oficina Regional de la OMS para Europa.
"Entendemos que no tenemos datos suficientes que nos permitan identificar una tendencia y obtener una evaluación integral de la situación", reconoció el funcionario.
El coordinador remarcó que las enfermedades infecciosas no son una tendencia entre los refugiados y nunca llegaron a un nivel que podrían generar preocupación.
"Los datos epidemiológicos indican que estamos en el mismo nivel que observamos regularmente en nuestros países", remarcó.
Se ha establecido, enfatizó, que los migrantes, en general jóvenes, son más sanos que la población europea.
"La tasa de mortalidad por enfermedades contagiosas y algunas crónicas es la misma tanto entre los migrantes y refugiados, como en la población local, aunque en ciertos casos la cifra entre los migrantes y refugiados incluso es menor", afirmó el experto.
En lo que se refiere a las enfermedades mentales, el estrés postraumático es nueve veces más alto en los refugiados que en la población europea, mientras que la depresión y la ansiedad entre tres y cinco veces.
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