"La parte que inició la crisis es la que debería acabarla", dijo Duda al diario The Jerusalem Post en el transcurso de una entrevista.
La crisis se inició cuando el primer ministro israelí, en una visita a Varsovia en febrero, manifestó que "los polacos colaboraron con los nazis" para matar a judíos durante el Holocausto, una declaración que ofendió a las autoridades polacas.
"Espero amistad y respeto. Por las dos partes", añadió el presidente polaco.
Posteriormente, Netanyahu aclaró que se refería a que hubo polacos que colaboraron con los nazis y no a que la nación polaca en su conjunto participó en el Holocausto. Sin embargo, esta aclaración no recondujo las relaciones entre los dos países.
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A resolver la crisis no contribuyó que el ministro Israel Katz insistiera en que los polacos colaboraron con los nazis y que el antisemitismo lo maman los niños polacos de sus madres durante la infancia.
"Soy el presidente de Polonia y nunca aceptaré que se me insulte o humille con la distorsión de hechos que menoscaban nuestra dignidad", dijo Duda a The Jerusalem Post.
"Los polacos como nación, o los polacos como sociedad, como estado o como institución" no participaron en el Holocausto, añadió Duda. "Es cierto que alguna gente lo hizo. Hubo alguna gente en este territorio ocupado. Algunos polacos. Alguna gente que era malvada".
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Duda agrega que en estos momentos de campaña electoral en Israel es difícil que se resuelva la crisis, pero se mantiene firme en sus ideas.