"Todos los responsables de violaciones del derecho internacional, incluido el uso de armas químicas y violaciones graves del derecho internacional humanitario y los derechos humanos, algunos de los cuales pueden representar crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, deben ser llevados ante la justicia", dice una declaración conjunta de los copresidentes de la conferencia, la UE y la ONU.
"Además, saludaron la creación de un Mecanismo Internacional Independiente e Imparcial, sus esfuerzos para garantizar la justicia y la rendición de cuentas, y llamaron a la comunidad internacional a que continúe brindando el apoyo y la financiación necesarios para su funcionamiento", añade la nota.
Subraya que los participantes de la conferencia también "pidieron que la situación en Siria se someta a la consideración de la Corte Penal Internacional".
El 28 de febrero, la Comisión para Investigación sobre Siria de la ONU presentó un informe que indaga un supuesto ataque químico perpetrado el 24 de noviembre de 2018 en la ciudad siria de Alepo.
Los extremistas lanzaron proyectiles cargados con gas cloro.
Hasta 107 personas fueron ingresadas en hospitales de Alepo con síntomas de asfixia.
Según el Ministerio de Defensa ruso, al menos 46 personas resultaron expuestas directamente a las sustancias tóxicas, entre ellas ocho menores de edad.
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El ente castrense ruso había declarado en más de una ocasión que la ONG Cascos Blancos acostumbra a escenificar en Siria ataques con sustancias tóxicas para después responsabilizar a las tropas gubernamentales.
El Ministerio de Exteriores de Rusia ha calificado a los Cascos Blancos como un elemento más de la campaña informativa destinada a difamar al Gobierno sirio.
En particular, Moscú responsabilizó a ese grupo de la provocación en Guta Oriental, que dio a Occidente un pretexto para acusar a Damasco del uso de armas químicas y atacar instalaciones del Ejército sirio en abril pasado.