La visita de urgencia de la dirigente conservadora, que se esperó infructuosamente a lo largo del domingo 10, fue confirmada por la BBC y oficiales comunitarios.
La mera presencia de la primera ministra en Estrasburgo ha reabierto la esperanza en círculos europeístas sobre el acercamiento de las respectivas posiciones en la renegociación de dicho acuerdo.
Horas antes, Downing Street había sugerido que las conversaciones estaban estancadas.
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May pide a la UE "cambios legales" en el protocolo norirlandés —en torno al mecanismo de garantía contra la reintroducción de una frontera física en la isla de Irlanda— que desaprueba la mayoría de parlamentarios británicos.
"Es un Gobierno en caos, con el país en caos, debido a este desorden", protestó el jefe de la oposición, Jeremy Corbyn, en los Comunes.
El presidente de la Cámara, John Bercow, fijó en las 10.00 horas GMT el plazo límite para la publicación de la moción sobre el acuerdo del Brexit que el Gobierno someterá a votación de los diputados.
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Dada la excepcionalidad e irregularidad de la agenda de la jornada, el presidente aceptará enmiendas "redactadas a mano" de los parlamentarios, según les informó personalmente.
De ser rechazado, planteará a los diputados la aprobación de un divorcio disputado, lo cual posibilitaría un Brexit duro y desordenado el próximo 29 de marzo.
La derrota de esta opción conducirá a otra votación, el miércoles 13, que abrirá la posibilidad de retrasar la salida de la UE.