"Continuando con la asistencia para la democracia en Venezuela e incluyendo la flexibilidad para proporcionar fondos adicionales para apoyar una transición democrática o responder a la crisis allí, incluida la autorización para transferir hasta 500 millones de dólares entre cuentas de asistencia externa", dice el comunicado.
Poco después, el embajador representante de Venezuela ante la ONU, Samuel Moncada, dijo que los 500 millones de dólares que el presidente de EEUU, Donald Trump, incluyó en el presupuesto 2020 para una transición política en Venezuela buscan derrocar al Gobierno de Nicolás Maduro.
"El presupuesto 2020 del Departamento de Estado de EEUU propone dedicar 500 millones de dólares para derrocar al Gobierno y no para la ayuda "humanitaria" que repite la propaganda de Washington; colonialismo con disfraz altruista", publicó el representante venezolano ante la ONU (Organización de las Naciones Unidas) en la red social Twitter.
2/2 El presupuesto 2020 del Dpto. de Estado de EEUU propone dedicar 500 millones de $ para derrocar al gobierno y no para la ayuda “humanitaria” que repite la propaganda de Washington. Colonialismo con disfraz altruista. pic.twitter.com/0Y4aDONDfc
— Samuel Moncada (@SMoncada_VEN) 11 марта 2019 г.
Moncada también publicó que es "verdad" que "Trump quiere derrocar al Gobierno constitucional de Venezuela para apoderarse de sus riquezas, es un proyecto colonial" y "mentira" que es "altruista y se preocupa por la situación humanitaria".
La crisis política en Venezuela se agravó en enero después de que el líder opositor Juan Guaidó se autoproclamara como "presidente encargado" del país.
El 5 de enero, Guaidó fue elegido presidente de la Asamblea Nacional, parlamento unicameral en desacato desde 2016.
El presidente Nicolás Maduro, quien asumió su segundo mandato el 10 de enero tras unas elecciones que la oposición boicoteó, calificó la declaración de Guaidó de intento de golpe de Estado y responsabilizó a EEUU de haberlo orquestado.
Guaidó fue reconocido de inmediato por los EEUU, a los que se sumaron unos 50 países.
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Rusia, China, Cuba, Bolivia, Irán y Turquía, entre otros países, siguen apoyando al Gobierno de Maduro.
México y Uruguay se negaron a reconocer a Guaidó, se declararon neutrales y propusieron un diálogo entre las partes para superar la crisis.