"Es un programa muy bonito porque te sirve para que puedas seguir desarrollándote y superándote tanto en lo laboral como en el día a día con la familia, es prácticamente un programa de oportunidades", dice Claudia, quien llegó a México con sus dos hijos en 2016.
Ese organismo destaca "los esfuerzos de las mujeres refugiadas en México con el programa de integración" que cuenta con el apoyo la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, el Gobierno del estado de Coahuila (noroeste) y el sector privado.
En 2018 la migrante salvadoreña decidió establecerse en Saltillo, unos 800 al norte de la capital del país, y a unos 400 kilómetros de la frontera con EEUU, ciudad donde ACNUR tiene el programa de integración con el que ella rehace su vida y pronto será ingeniera industrial.
"Al ser reconocida como refugiada, Claudia y su familia tenían la posibilidad de participar en este programa que actualmente beneficia a más de 1.000 personas refugiadas, 48 por ciento de ellas son mujeres y niñas", dice el informe.
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Forzada a huir por la violencia y amenazas que sufrió en su país, Claudia explica que la situación "es muy complicada allá, por la inseguridad, las pandillas, ya no era seguro para mis hijos tampoco".
La mujer es madre de una niña de 11 años y un niño de 7 años, con quienes llegó en tren a Veracruz en el sureste mexicano.
Trabajo y estudio de una migrante
Desde hace nueve meses, Claudia trabaja en el equipo de ensamble de lavadoras en una empresa que fabrica electrodomésticos, y cursa una licenciatura en ingeniería industrial manufacturera, lo que nunca habría podido alcanzar en su país.
Además cuenta con una oferta laboral importante, puesto que allí se encuentran muchas compañías del sector industrial y manufacturero que requieren mano de obra, según el reporte.
Claudia indicó que en la parte del salario es donde se le dificulta "un poco porque siendo madre soltera llevo yo sola el pago de renta, de comida y la escuela de mis hijos".
La mudanza a Saltillo también permitió a los hijos de Claudia continuar sus estudios de educación primaria.
La integración de Claudia y su familia en su nueva comunidad de acogida va tan bien que en diciembre pasado iniciaron su proceso de naturalización.
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Como ese caso "ACNUR apoya y se solidariza con los esfuerzos que realizan las mujeres desplazadas y refugiadas alrededor del mundo", dice el reporte.
De las 29.618 personas que solicitaron asilo en México el año pasado, el 29 por ciento eran mujeres adultas y 11 por ciento niñas, algunas no acompañadas.
En enero pasado, en el marco de la más reciente caravana migrante, el Gobierno de México otorgó otras 10.000 visas humanitarias a personas que intentan obtener asilo en EEUU.