Esta mujer destacó no solo por sus avances en matemáticas y física, sino también por el papel que desempeñó en la cultura de la Unión Soviética.
La chica no fue aceptada en la facultad de matemáticas y mecánica de la Universidad Estatal de Leningrado (hoy Universidad Estatal de San Petersburgo), donde intentó ingresar en 1939. En aquel entonces estaba considerada hija de 'un enemigo del pueblo' y, en consecuencia, no gozaba de los mismos privilegios que el resto de la gente.
Pese a ello, Ladizhénskaya logró ingresar al Instituto Pedagógico de Leningrado, si bien solo terminó dos cursos antes de ser evacuada a causa del comienzo de la guerra en 1941 —ese mismo año, la Alemania nazi atacó la URSS y empezó la Gran Guerra Patria—.
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Olga solía dar lecciones gratuitas de matemáticas a los niños que lo necesitaban. Como señal de gratitud por su altruismo, la madre de uno de sus alumnos logró una invitación para la talentosa joven a la Universidad Estatal de Moscú.
A finales de octubre de 1943, Ladizhénskaya se matriculó en la facultad de matemáticas y mecánica de la Universidad Estatal de Moscú. En 1947 se graduó con honores, se casó y se trasladó a Leningrado.
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El trabajo de Olga fue muy extenso y extremadamente útil para el Estado. Su investigación hidrodinámica se utiliza en muchos desarrollos modernos vinculados a la construcción naval, la industria, la medicina y otros campos.
A pesar de una diferencia de edad de más de 30 años, Olga era amiga de otra leyenda rusa, Anna Ajmátova, una gran poetisa y víctima de represalias estatales. Antes de quemar los manuscritos de su futuro poema 'Réquiem', Ajmátova se los mostró a aquellos en quienes más confiaba. La matemática estaba en esa lista.
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Ladizhénskaya también mantuvo relaciones estrechas con el poeta Iósif Brodski. Ella misma escribía versos, amaba la literatura, la pintura y música.
El 'doodle' de Google dedicado a Olga Ladizhénskaya representa las ecuaciones de Navier-Stokes que ella misma estudió con intensidad. Describen las leyes del movimiento de un fluido.
