De acuerdo con el director del observatorio geofísico del servicio meteorológico de Rusia, Vladímir Katsov, esto se debe al hecho de que en la actualidad no es posible alterar el clima de una determinada región sin que eso afecte al propio 'manipulador del tiempo'.
Esta capacidad de influir sobre la lluvia podría ser la causa de tensiones regionales, según Katsov. Por ejemplo, un país podría considerar que su vecino lo está privando deliberadamente de precipitaciones.
Pero incluso en el caso de las nubes es posible influir sobre las precipitaciones en condiciones muy concretas. Así, las técnicas existentes son completamente inútiles contra frentes de tormentas, señaló el experto.
Katsov considera que la humanidad está lejos de las armas climáticas con las capacidades que nos imaginamos hoy en día. Asegura que harán falta décadas antes de que algún Estado pueda manipular el clima sin quedar afectado él mismo.
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