"No hay que hacer una tormenta en un vaso de agua", respondió Urzúa sobre el cambio de perspectiva de la calificación crediticia de México que hizo Standard & Poor's y la reducción de la expectativa de crecimiento para este país hecha por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La organización que reúne a las grandes economías, grupo en el que solo figuran Chile y México de América Latina, recortó su expectativa de crecimiento para la economía local el 6 de febrero a 2% en 2019 de un 2,5% anterior.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador espera un rango de crecimiento de entre 1,5% y 2,5% para el cierre del 2019, pero el mandatario insiste en que el promedio al final de su mandato de seis años será de 4% anual.
La OCDE dijo que su reducción "se debe principalmente a factores externos, como una desaceleración económica mundial e internos como incertidumbre por ciertas inversiones que se realicen en el país".
Urzúa respondió que "esto de las agencias hay que tomarlo con un granito de sal, no bajaron las calificaciones, sino la perspectiva", que fue modificada de estable a negativa.
La OCDE espera que en 2020 la economía mexicana crezca un 2,3%, que es 0,5% menos de su proyección de 2,8% hecha en noviembre pasado.
La perspectiva para México coincide con la previsión global que hace la OCDE, que ha corregido a la baja sus previsiones de crecimiento para las principales economías del mundo durante los próximos dos años.
Por su parte, la agencia Fitch Ratings también cambió la perspectiva crediticia a negativa centrada en la situación financiera de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), cuya deuda asciende a 106.000 millones de dólares, con vencimientos próximos este año.
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