"Estamos trabajando, buscando convergencias con los actores internacionales dentro del Grupo de Lima, dentro del diálogo con otros cancilleres, dentro del diálogo permanente que sostenemos con otros países, también desde luego (países) europeos", dijo el ministro de Exteriores chileno en conferencia de prensa.
El ministro realizó una conferencia para reafirmar la postura chilena frente al tema Venezuela, asegurando que su Gobierno "está actuando de forma decidida y clara, defendiendo los principios de nuestra política internacional, que están vinculados con el apego al derecho internacional".
A su vez, manifestó que "el problema de Venezuela es (el presidente) Nicolás Maduro, pues para el Gobierno de Chile y para la inmensa mayoría de los chilenos, aquí hay dos caminos: o se está por los demócratas, o con aquellos que respaldan a la dictadura".
"Es necesario condenar la dictadura de Nicolás Maduro y la violación de los derechos humanos, junto con el reconocimiento de Juan Guaidó como presidente encargado, y a la Asamblea Nacional como el único órgano elegido democráticamente que opera hoy en Venezuela", añadió.
Por último, hizo un llamado a la alta comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la expresidenta chilena Michelle Bachelet (2006-2010 y 2014-2018), pidiendo que "se comprometa con el respaldo a la libertad y la democracia en Venezuela".
El 23 de enero, dos días después de que el Tribunal Supremo anulara su designación, el diputado se autoproclamó "presidente encargado" de Venezuela, apelando a un artículo de la Constitución que prevé la figura en caso de que exista un vacío de poder, pero no bajo el argumento de "usurpación del cargo", como alegó Guaidó.
El presidente Nicolás Maduro, quien asumió su segundo mandato el 10 de enero tras unas elecciones que la oposición boicoteó, calificó la declaración de Guaidó de intento de golpe de Estado y responsabilizó a EEUU de haberlo orquestado.
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Guaidó fue reconocido de inmediato por los EEUU, a los que se sumaron unos 50 países.
Rusia, China, Cuba, Bolivia, Irán y Turquía, entre otros países, siguen apoyando al Gobierno de Maduro.
México y Uruguay se negaron a reconocer a Guaidó, se declararon neutrales y propusieron un diálogo entre las partes para superar la crisis.
