El Ejecutivo conservador ha prometido una ayuda global de 1.600 millones de libras (cerca de 1.900 millones de euros) a enclaves urbanos "que no han compartido los beneficios del crecimiento tanto como otras partes más prosperas del país", según la nota oficial.
"Este fondo para las ciudades huele a desesperación de un Gobierno reducido a sobornar a los diputados para que voten su perjudicial legislación insignia del Brexit", ha criticado el portavoz laborista en Finanzas, John McDonnell.
La mayoría son feudos postindustriales de tradición laborista del norte y del centro de Inglaterra que votaron a favor del Brexit en el referéndum de 2016.
Pero la estrategia fue crecientemente desacreditada en comentarios colgados en las redes sociales.
"Un desembolso diseñado a ayudar a la primera ministra en vísperas del crucial voto del [acuerdo del] Brexit fallará después de décadas de negligencia", tuiteó Lisa Nandy, diputada laborista por Wigan, en el noroeste inglés.
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Muchos contrastaron el monto de la ayuda gubernamental con la aguda desinversión en los últimos ocho años de austeridad.
"Las inyecciones de dinero para nuestras ciudades son bienvenidas, pero esto es una miseria en comparación con lo que hemos perdido en fondos para nuestros ayuntamientos", recordó Gloria De Piero, representante laborista de otra circunscripción 'brexitera'.
Los europeístas remarcaron por su parte las subvenciones provenientes de las arcas comunitarias.
"El soborno del Brexit es patético en comparación con lo que reciben las regiones del Reino Unido de la UE", protestó David Lammy, diputado de un barrio de Londres.
Según el parlamentario, la nueva inversión del Ejecutivo de May equivale a 266 millones de libras por año frente a los 1.560 millones de libras anuales que corresponden al parecer a las regiones británicas.