Según reveló al medio uno de los pescadores, Kim Ford, su bote de aluminio se encontró en medio de una tormenta —tan fuerte que ni siquiera pudieron sacar del almacén los chalecos salvavidas— a unos 18 kilómetros de la costa.
"Pensamos que iba a terminar en 20 o 30 minutos, sin embargo, no ocurrió así", explicó Ford.
Para salvarse de los numerosos rayos, los pescadores decidieron colocar una caña de pescar de tal modo que se convirtiera en una especie de pararrayos.
"Un relámpago golpeó la punta de la caña, luego se cayó hacia abajo y explotó el carrete", reveló el pescador.
Ford agregó que sus amigos y él también presenciaron un fenómeno natural impresionante, cuando los rayos "tiñeron el agua" y "todo a nuestro alrededor" de color rojo.
Más: Un rayo cae sobre una mujer por hacer esto
Afortunadamente, los pescadores lograron desviar el bote y pronto volvieron a la costa.
"Una vez que llegamos a casa, tomamos un trago rápido y dijimos: 'chicos, hemos engañado a la muerte'", confesó Ford.