Tras los acuerdos de Bretton Woods (1944), el dólar estadounidense se estableció como divisa internacional, razón por la cual, la Reserva Federal sí debía mantener el respaldo físico. Pero en 1971 el patrón oro dejó de existir a nivel mundial y el dólar se posicionó como moneda internacional, aunque sin valor intrínseco.
El oro pasó a considerarse una reserva de valor, y más que nada como un producto de consumo a través de la industria joyera y sus usos para la tecnología. Pero en 2018 hubo una disrupción: según el Consejo Mundial del Oro (WGC por sus siglas en inglés) la demanda del recurso dorado aumentó 74% respecto a 2017.
"El año (2018) se puede dividir en dos partes: hasta septiembre la demanda privada del oro fue débil y el precio estuvo en retracción. A partir de octubre hubo un aumento significativo y yo diría que en los últimos seis meses el precio del oro en los mercados internacionales creció un 9% en dólares lo cual es llamativo".
Así describió el economista José Siaba Serrate el fenómeno del pasado año. Los responsables del crecimiento inusitado fueron especialmente los bancos centrales que se movieron a contramano de la demanda privada, dijo a Sputnik.
De acuerdo al informe del WGC, más de 20 de estos bancos adquirieron oro y una encuesta del organismo reveló que una quinta parte de las instituciones encuestadas tenía interés en comprar.
Pero la intención dista de retomar el patrón oro. "Nada de eso, simplemente están sacando provecho de cierta debilidad de la demanda privada y de precios relativamente bajos", señaló Siaba Serrate.
La pregunta es por qué, a pesar de la recuperación de los mercados, el oro se mantiene. Desde la mirada de Siaba Serrate, los motivos tienen que ver con la incertidumbre ante hechos geopolíticos de relevancia que no han encontrado respuestas. Entre ellos, el confortativo discurso del presidente estadounidense Donald Trump, o la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
"(Donald) Trump es una fábrica de sorpresas, muchas veces desagradables, como la disputa comercial con China, por citar un ejemplo, sorpresas que siembran una gran incertidumbre y por las que el oro puede sacar provecho", señaló el economista.
"Hemos tenido conflictos armados, roces bastante fuertes entre India y Pakistán esta semana y sabemos que ahí hay muy fuerte demanda privada del oro. Estamos viviendo desde el Brexit, o desde el triunfo de Trump en la presidencia, un período bastante sostenido de muchísima incertidumbre", apuntó.