"El Ministerio está estudiando los planteamientos que hace el señor Ecarri en nombre de la Asamblea Nacional Venezolana", explicó Borrell en un encuentro con corresponsales extranjeros en Madrid.
El jefe de la Asamblea Nacional Venezolana y presidente autoproclamado del país, Juan Guadió, designó el día 19 de febrero al dirigente opositor Antonio Ecarri como representante diplomático en España.
"Vamos a analizar la situación y a tomar las medidas que correspondan", declaró Borrell, que se negó a adelantar si su intención es reconocer a Ecarri como embajador porque prefiere guardar la "cortesía" de trasladar sus opiniones directamente a la persona concernida.
Fuentes del Ministerio de Exteriores explicaron a Sputnik que Guaidó presentó a Ecarri ante España como "representante diplomático" y no como embajador, y en esos términos se están produciendo los contactos de las últimas fechas.
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La ambigüedad del término permite a España manejar la situación asumiendo la dualidad de reconocer a Guaidó como presidente interino de Venezuela, pero sin olvidar que el Gobierno de Nicolás Maduro, que mantiene el control sobre los resortes administrativos del país, tiene una embajada en Madrid.
"En el ámbito europeo es donde España está jugando la partida, y todas las medidas que se tengan que tomar son más fuertes si se toman en el marco de la Unión Europa", dijo Borrell, tras ser preguntado sobre el asunto en un encuentro con periodistas extranjeros.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores explicaron a Sputnik que la probabilidad de nuevas sanciones a Venezuela se "encuentra sobre la mesa", pero siempre bajo la premisa de que éstas se aplicarían a dirigentes venezolanos a título individual, lo que estaría destinado a ejercer una presión sobre el actual Gobierno del país intentando evitar un perjuicio al conjunto de la población.
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Según detalló Borrell en su conversación con la prensa, la posibilidad de nuevas sanciones desde la Unión Europea depende "del desarrollo de los acontecimientos", que actualmente "son muy volátiles".
El jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro, quien asumió el segundo mandato el 10 de enero, calificó la declaración de Guaidó de intento de golpe de Estado y responsabilizó a EEUU de haberlo orquestado.
Guaidó fue reconocido por EEUU, la mayoría de los países integrantes del Grupo de Lima y varias naciones más del continente americano, así como por buena parte de los Estados miembros de la Unión Europea (UE).
Rusia, así como Bolivia, China, Cuba, Irán, Turquía y otros países, reafirmaron su respaldo al Gobierno venezolano.
