Así lo indica un informe que publicó este 28 de febrero el Centro Energético de la Escuela de Administración Skólkovo, con sede en Moscú.
"En un período a corto plazo, el mayor golpe a la industria de refinación de petróleo en el mundo —y sobre todo en los propios Estados Unidos— serán las sanciones a la importación de crudo desde Venezuela", dice el documento.
"El alza del precio del petróleo pesado incide en el margen de beneficio de las refinerías, que no pueden dejar de refinar petróleo pesado de la noche a la mañana y empezar a procesar petróleo ligero: para eso se necesita tiempo e inversiones", explica el informe.
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Entretanto, muchas refinerías de EEUU en la costa del Golfo de México importan precisamente petróleo pesado, en particular el venezolano.
Es decir, estos dos países tienen posibilidades limitadas para aumentar los suministros en un período a corto plazo.
"Como resultado, la caída de la producción en algunos de los países por causas técnicas, por el acuerdo de la OPEP o por el endurecimiento de las sanciones estadounidenses, acrecentará la escasez del petróleo pesado en el mercado y reducirá aún más el margen de beneficio de las refinerías", concluye el informe.