El capítulo de concesiones cayó en la confusión cuando el Ejecutivo conservador terminó respaldando la enmienda de un diputado de sus filas al que acababa de despedir del equipo gubernamental.
Alberto Costa perdió su cargo como ayudante del ministro de Escocia, pero su propuesta en defensa de los derechos de los comunitarios en el posBrexit prosperó sin siquiera someterla a voto en el Parlamento de Westminster.
También se quedó en la cuneta el plan laborista de un Brexit suave —en unión aduanera con la UE y bajo las reglas del mercado único— por 323 votos contra 240; una mayoría de 83 a favor del Gobierno.
El partido de Jeremy Corbyn abogará ahora activamente por un segundo referéndum sobre la relación de Reino Unido con la UE, según confirmó su portavoz del Brexit, Keir Starmer.
"Ese voto público incluirá una opción realista de retirada y de permanencia", declaró en la Cámara.
Los Comunes respaldaron con firmeza —502 votos contra 20ê una enmienda de la diputada laborista Yvette Cooper exigiendo prorrogar la fecha de salida en caso de un no acuerdo con Bruselas.
May ya había aceptado la opción de demorar el Brexit pese a que ella misma la descartó previamente en casi un centenar de intervenciones públicas.
La primera ministra se ha concedido ahora de plazo hasta el 12 de marzo para extraer concesiones a la UE sobre el Acuerdo de Retirada y la Declaración política de la futura relación.
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Un nuevo rechazo del legislativo británico al paquete final con las condiciones del divorcio —el Gobierno perdió el voto en enero por una abrumadora mayoría de 230 escaños— puede conducir a la demora del Brexit y quizá a un nuevo plebiscito.
