Sputnik conversó con el profesor de la Academia de Estudios Coreanos, Kim Hyuk, que nació y pasó la mayor parte de su juventud en el noreste de Corea del Norte, pero se marchó a Corea del Sur en la década de los 90, en medio de una fuerte crisis económica.
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Según reveló el experto, los recientes cambios en la vida cotidiana de Corea del Norte dan las esperanzas de que la brecha entre Seúl y Pyongyang disminuya gradualmente.
Manifestaciones de amor
A principios de la década del 2000, en la sociedad norcoreana reinó una actitud conservadora con respecto a las relaciones amorosas.
Por ejemplo, hace pocos años, parecía imposible pasear agarrados de la mano en la calle.
En la Corea del Norte de hoy domina el concepto de 'amor libre', así que los toques íntimos se perciben como algo natural. Se puede ver a cada vez más parejas pasear de la mano.
Bodas
En la época de Kim Jong-un, los matrimonios se celebran en la casa de uno de los recién casados. El elemento clave de la mesa tradicional es una tarta —torta— nupcial.
Asimismo, cada vez más parejas acuden a los estudios de fotografía para realizar una sesión de fotos profesional con motivo de su matrimonio.
Alojamiento
Recientemente, el mercado inmobiliario norcoreano vive un auge de la popularidad, algo que da lugar al alza de los precios y hace casi imposible para las familias pobres adquirir su propia casa o apartamento.
No obstante, las familias más ricas regalan pisos a sus hijos para su boda. Esto, a su vez, significa un alejamiento gradual de la 'cultura de la familia grande', que suponía la vida conjunta de dos o tres generaciones bajo el mismo techo
Educación
La educación extracurricular ha adquirido carácter masivo en la época de Kim Jong-un.
Las familias modernas prefieren tener uno o dos hijos. Las personas más ricas apuestan por la educación privada. Sin embargo, los niños de familias pobres también tienen una oportunidad de asistir a talleres de idiomas extranjeros, matemáticas o instrumentos musicales.
Las clases de inglés o chino son las más populares entre los niños norcoreanos, ya que aumentan sus oportunidades para conseguir un trabajo en una empresa internacional. Cabe señalar que los precios en el pueblo son varias veces inferiores a los de la ciudad.
Fiestas
En el pasado, los miembros de la familia solían reunirse para celebrar fiestas, pero ahora los jóvenes prefieren pasar más tiempo con sus amigos.
En cuanto a las escuelas, la práctica común era regalar a un profesor una botella de alcohol y cigarrillos. Sin embargo, ahora se considera normal que los alumnos le regalen dinero. El Día del Profesor, un maestro obtiene 60.000 wons norcoreanos en promedio, algo que sería suficiente para comprar 20 kilogramos de arroz.
El entretenimiento
Mientras que los pueblos y las pequeñas localidades todavía carecen de la cultura del entretenimiento, las ciudades más grandes cuentan con cada vez más parques de atracciones, jardines zoológicos, clubes de videojuegos —aunque oficialmente, se denominan 'tiendas de tecnologías informáticas y de comunicación'—, salas de billar o de karaoke e incluso cines 3D.
Todo esto ha cambiado la cultura juvenil. Pese a que hace un par de años, las autoridades intentaron fortalecer el control del ámbito, no tuvieron mucho éxito.
La mayoría de los lugares de entretenimiento está financiada por inversores privados.
Productos de belleza
Las mujeres norcoreanas apuestan por los cosméticos chinos y surcoreanos.
Sin embargo, en Corea del Norte está prohibida la venta de los productos de belleza producidos en su vecino del sur, de modo que se ven obligadas a adquirirlos a través de los compradores ilegales. En particular, las bases de maquillaje surcoreanas gozan de gran popularidad en Corea del Norte.
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