Los 24 y 25 de febrero se celebró una cumbre de la UE y la Liga Árabe en la ciudad egipcia de Sharm el-Sheij, presidida por el jefe de Consejo Europeo, Donald Tusk, y el mandatario de Egipto, Abdelfatah Sisi.
"Discutimos la importancia de preservar la arquitectura mundial de la no proliferación nuclear, basada en el Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares, y el objetivo de mantener la región del Medio Oriente libre de armas de destrucción masiva y sus medios de lanzamiento", indica el documento.
"Se trata de desafíos graves que requieren esfuerzos consensuados, en pleno acuerdo con el derecho internacional, incluida la legislación referente a los derechos humanos", asegura el texto.
Los representantes de los países árabes y de Europa reconocen que "la paz y la seguridad, los derechos humanos y el desarrollo económico y social" solo pueden lograrse mediante una labor conjunta.
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"Acordamos seguir mejorando la cooperación y la coordinación dirigidas a abordar las causas profundas del terrorismo, insistimos en nuestros esfuerzos continuos para luchar contra el cruce de combatientes extremistas extranjeros a través de nuestras fronteras, y afirmamos que combatir con éxito estos desafíos requiere un enfoque integral que excluya radicalmente todos los métodos de apoyo a esos terroristas, incluido el apoyo financiero, político, logístico y militar", subraya el comunicado.
Según una declaración emitida al término de la cumbre, en la conferencia tuvieron lugar "discusiones constructivas, importantes y exhaustivas sobre los recientes acontecimientos en Siria, Libia y Yemen, así como sobre las vías para avanzar hacia reconciliación y soluciones políticas de paz sostenibles, en el marco de las resoluciones de la ONU correspondientes".
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"Reafirmamos la necesidad de preservar la unidad, la soberanía, la integridad territorial y la independencia de esos países, y reafirmamos nuestro apego a los procesos auspiciados por la ONU, así como nuestro pleno apoyo a los enviados especiales de la ONU para Siria y Yemen, y al representante especial de Naciones Unidas para Libia", dice el texto.
"Condenamos todos los actos de terrorismo y violaciones de derechos humanos cometidos contra el pueblo sirio y subrayamos la necesidad de que rindan cuentas todos los responsables", subraya el comunicado.
En la nota, la UE y la Liga Árabe expresaron su apoyo a los esfuerzos de la ONU en la solución de la crisis en Libia, y "a la implementación del Acuerdo Político Libio de 2015".
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"Llamamos a todos los libios a tomar parte con buena fe en los esfuerzos de la ONU encaminados a concluir con éxito la transición democrática en Libia, y a abstenerse de cualquier acción que podría agravar las tensiones, y poner aún más en peligro la situación de seguridad y socavar el proceso de estabilización", apunta la declaración.
"Reiteramos nuestra preocupación por la terrible situación humanitaria que afecta gravemente a millones, llamamos a garantizar un envío seguro, rápido y libre de la ayuda humanitaria, a transportar el personal de asistencia y realizar suministros comerciales a los necesitados, e instamos a todas las partes interesadas a cooperar de manera constructiva hacia una inclusiva y duradera solución política", destaca.
A su vez, Abdelfatah Sisi afirmó que la próxima cumbre entre la UE y la Liga de Estados Árabes se celebrará en 2022 en Bruselas.
"Se decidió celebrar la próxima cumbre de la UE-Liga Árabe en 2022 en Bruselas", dijo Sisi al término de la cumbre.
Destacó que "el acuerdo de participantes de la reunión en Sharm el Sheij sobre diferentes temas superó todas las esperanzas".
