En una mezcla de un 'todos contra todos', y un 'sálvese quien pueda', la clase política europea está hundida en el caos: golpes y contragolpes, acusaciones, amenazas, y avisos a navegantes, están entre los recursos de los que se sirven los políticos de los distintos partidos, de diferentes países, mientras miran de reojo las parlamentarias europeas de mayo próximo.
Y es que en la guerra como en el amor todo vale. El mar político europeo está más revuelto que nunca, y los síntomas son varios. Uno que amenaza con deshilachar al Partido Popular Europeo, es la campaña publicitaria electoral del primer ministro húngaro, Víktor Orbán, quien dejó caer que Jean-Claude Juncker y George Soros actuaron en yunta para estimular la inmigración sin control en territorio comunitario.
The Hungarian government revealed a new poster campaign on Monday evening, which takes aim at EU Commission President Jean-Claude Juncker and Hungarian-American billionaire George Soros for alleged EU migration proposals.https://t.co/QJRuSIniVi
— euronews (@euronews) 19 февраля 2019 г.
Juncker no se quedó callado. "Orbán y yo no tenemos nada en común. ¿Por qué debería quedarse en mi partido si no tenemos cosas en común? ¿Debo irme porque hay alguien en la mesa que rechaza todo lo que defiendo? En mi opinión, su lugar no se encuentra en el Partido Popular Europeo".
Pero sus palabras tampoco se quedaron sin respuesta. "Juncker ha fracasado porque, durante su presidencia, millones de inmigrantes ilegales han entrado en la UE y los británicos se han ido", sentenció europarlamentario húngaro Tamas Deutsch. Este desencuentro podría significar la primera gran ruptura en el mayor grupo del Europarlamento a falta de tres meses de los comicios.
Al respecto, el Dr. en Geopolítica de la Universidad de Pisa, Rolando Dromundo, incide en que "hay un desencanto muy claro en Europa con los partidos tradicionales. Sobre todo es un desencanto hacia la política económica dominante hacia todo lo que es la serie de medidas neoliberales que han guiado la economía últimamente, y que han significado un deterioro en el nivel de vida de la población. Han significado un deterioro en el sistema de salud, en el sistema de pensiones, y por supuesto, un aumento del desempleo", detalla.
Mientras, parece que al amor entre la formación la República en Marcha del jefe de Estado galo, Emmanuel Macron, y la española Ciudadanos podría estar conociendo sus últimos capítulos. Y es que el acercamiento del partido de Albert Rivera con el emergente Vox, podría pasarle factura. Así, en una entrevista concedida a Le Monde, la ministra francesa de Asuntos Europeos, Nathalie Loiseau, abrió la caja de los truenos: "Ciudadanos expresa convicciones europeas fuertes. Es el caso, también, del PSOE de Pedro Sánchez".
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A esto se suma que al presidente de los socialdemócratas en el Parlamento Europeo, Udo Bullmann, declaró al diario El País de España que le "decepcionó ver, y esto es también la parte oscura de Europa, al Partido Popular marchando del brazo de los fascistas por las calles para demostrar su identidad nacional. Este tipo de nacionalismo es erróneo", sentenció.
Dromundo es contundente respecto a las declaraciones de Bullmann: "Quien dice eso no conoce al Partido Popular. El PP en España se ha comportado como un partido de extrema derecha en muchísimos ámbitos, entonces no es una sorpresa que ellos estén haciendo un acuerdo con Vox".
Respecto a la situación entre el partido La República en Marcha de Macron el analista sugiere que "al final lo más lógico es que va a terminar en el grupo de los liberales, teniendo un tipo de acuerdo con ellos".
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En tanto, en una entrevista concedida a Euronews, la Comisaria de Política Regional de la UE, Corina Creţu, consultada sobre qué aconsejaría a los líderes regionales y a los responsables locales de la toma de decisiones, respondió con un tirón de orejas a esos líderes regionales:
Todo esto no le impidió a la Unión Europea señalar nuevamente y sin pruebas como es costumbre, que Rusia es la principal amenaza de interferencia para las elecciones al Parlamento Europeo. Parece que todas las reyertas internas no tienen nada que ver con lo que pueda pasar en las urnas en mayo.
"Es una acusación que vende para un sector político, entonces el discurso antirruso sirve para algunos partidos políticos para hacer campaña. Rusia es un 'enemigo cómodo' en tiempos electorales, en lugar de [tener que] preocuparse [los partidos políticos europeos] por profundizar sobre las cuestiones que se tendrían que resolver", concluye Rolando Dromundo.