"Yo diría que estamos haciendo esfuerzos para que se pueda instalar esta mesa para la negociación, que se pueda instalar ya la mesa el próximo miércoles (27 de febrero)", declaró Ortega durante un discurso con ocasión del 85 aniversario de la muerte del general Augusto César Sandino.
El mandatario nicaragüense manifestó su rechazo a que sea una mesa amplia y con la presencia de los medios de comunicación.
“Ya no con la multitud (…) Tampoco con los medios de comunicación, es que no es correcto, pues, en ninguna negociación”, afirmó.
El Diálogo Nacional, en el que mediaban los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, quedó suspendido en junio de 2018.
La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD), conformada por estudiantes, campesinos, académicos, religiosos y empresarios, ya dio a conocer la composición de su equipo negociador de cara al 27 de febrero.
Nicaragua vive una crisis política y social desde mediados de abril pasado, cuando una reforma al sistema del Seguro Social detonó protestas antigubernamentales que causaron cientos de muertos.
El gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (izquierda) asegura que la violencia es promovida por sectores adversos que persiguen mediante el terrorismo un "golpe blando" contra el presidente Daniel Ortega.
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El 17 de febrero, el gobierno de Ortega acordó con líderes del empresariado local iniciar una negociación enfocada en el bien común de esa nación centroamericana, con el auspicio de la Iglesia Católica.
En el encuentro participaron como invitados el cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, y monseñor Waldemar Sommertag, nuncio apostólico del Vaticano en la nación centroamericana.