Sputnik consultó a Natasha Uren, representante de la coalición de migrantes mexicanos para entender las claves de la relación actual entre ambos países tras el intento del presidente de EEUU de declarar una "emergencia nacional" para financiar el muro fronterizo.
"Ya no se escucha que diga que nosotros vamos a pagar por el muro (…). Desapareció eso del discurso y de la retórica cuando declaró la emergencia. México toma una actitud neutra ante esa política de Estado, que está demostrando al exterior", dijo a Sputnik Natasha Uren, representante en México de la coalición de migrantes mexicanos.
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De acuerdo con Uren, excandidata a diputada en las últimas elecciones mexicanas, la actitud del gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador es "voltear hacia adentro, porque las cosas no estaban bien en este país". En ese contexto, los mexicanos no creen "que sea conveniente pelearse con Estados Unidos frente a las posibilidades de que Donald Trump sea reelecto el próximo años", analizó.
Migrantes y mexicanos
Para Uren hay una parte positiva en el recurso judicial presentado por los estados contrarios a la declaración de emergencia nacional. A su entender, esas jurisdicciones "van a proteger a sus migrantes a costa de todo" e incluso se van a ver "más ciudades declarándose 'santuario'", que colaboren menos con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EEUU (ICE, por sus siglas en inglés).
La referente migrante explicó que durante el primer año de Gobierno de Trump no se registró un incremento significativo en la cantidad de mexicanos deportados de EEUU, pero que a partir del segundo semestre del año 2018, esta cifra si ha crecido.
"Nos acaban de dar la cifra no oficial de que en enero 6.000 connacionales fueron deportados a Tijuana", indicó, con el fin de dimensionar la situación.
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Uren explicó que al mismo tempo que el Gobierno mexicano ha buscado respuestas al aluvión de centroamericanos que llegan al país en su tránsito hacia EEUU, ha dejado de lado a esta población que, como rápidamente busca sus antiguos vínculos, sale rápido del ojo público.
"El problema es que no hay una política pública desde el Estado para ver cómo vamos a trabajar con ellos, absorberlos y como podría ser forma su retorno", afirmó la entrevistada. Hasta ahora, dijo, cada familia lo está resolviendo de manera individual.
Finalmente, concluyó que eso puede explicar el récord en remesas enviadas a México durante el último año, que superaron los ingresos netos del país por venta de petróleo.