"Si UPM 2 contamina la vamos a cerrar porque para nosotros está primero la salud de la gente y el cuidado del medio ambiente y esto que estoy diciendo estoy seguro que el próximo Gobierno que venga, de cualquier color político, va a tomar los mismos cuidados", afirmó el mandatario en un consejo de ministros abierto a la población, celebrado en Pueblo Centenario (centro).
Sin embargo, el mandatario defendió la instalación y pidió a los presentes en el consejo de ministros que se acordaran que cuando se instaló la primera planta de celulosa en Uruguay en 2007 la gente decía que iban a aumentar los casos de cáncer y que eso no ocurrió.
"Pasaron 13 años y 10 (años, de la instalación de las respectivas plantas) y la incidencia de cáncer es el mismo, y que yo sepa no nacieron niños con dos cabezas (como se había dicho); esta planta que se va a instalar tiene tecnología mejorada respecto a las anteriores", afirmó Vázquez.
El 7 de noviembre de 2017, UPM y el Gobierno de Uruguay firmaron un contrato que establece los requisitos para una potencial inversión en una nueva planta de celulosa de la empresa en el centro del país, entre ellos, la mejora en la educación y de las vías férreas.
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El comienzo de la obra del proyecto Ferrocarril Central, que le asegura a la nueva planta de la empresa finlandesa transportar su producción de celulosa desde el centro del país hacia el principal puerto de Uruguay en Montevideo, está retrasado.
La construcción del ferrocarril es resistida por pobladores de la localidad de Sarandí Grande, de 7.000 habitantes, por donde pasará el tendido de vías, porque dicen que el tren dividirá al pueblo y significará un impacto ambiental y social.
Al respecto, Vázquez afirmó que "el ferrocarril central de Durazno a Montevideo se va a construir", pero afirmó que pedirá al Ministerio de Transporte que atienda la alternativa que Sarandí Grande presentó al proyecto original para que no afecte a esa localidad.
En 2007 comenzó a operar la primera planta de celulosa en el país, entonces propiedad de la empresa finlandesa Botnia y que luego pasó a manos de UPM.
La inversión finlandesa en Uruguay representa cerca de tres por ciento del Producto Interno Bruto del país, anunció el canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa en marzo del año pasado en el marco de la visita a Montevideo del ministro de Asuntos Exteriores de Finlandia, Timo Soini.