Según explicó el encargado del estudio, Héctor Morillas, en la Roca Sagrada "se observan diferentes exfoliaciones; es decir, presenta pequeñas pérdidas de material, que van laminando zonas de la roca".
Roca Sagrada Machu Picchu, representación de la montaña negra donde se cree se realizaban estudios arqueológicos #m… pic.twitter.com/IYwWJ1ZJV4
— Francisco Paz y Miño (@Panchopaz24) November 4, 2016
El investigador subrayó que "una vez que penetran en el material por algún tipo de pequeño deterioro que se haya ido formando", los microorganismos como algas, musgos o cianobacterias "se adhieren al propio material para poder nutrirse de los minerales de la roca y lo van degradando".
Además de la Roca Sagrada, el equipo de Morillas también analizó el estado de conservación de otras construcciones de Machu Picchu, como templos, casas o áreas de meditación.
"Estamos estudiando las posibles alteraciones en el material granítico debido a posibles incorrectas restauraciones pasadas que se realizaron en ciertos lugares de Machu Picchu", concluyó el investigador vasco.
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