"Para mí, al igual que para otros, Nord Stream 2 no es un proyecto que apoyo con todo mi corazón, pero las decisiones fundamentales [al respecto] se han tomado antes, por tanto no se puede simplemente volver atrás; además, tenemos intereses económicos bastante legítimos en los suministros de energía", dijo la sucesora de Angela Merkel en una entrevista con la revista Internationale Politik.
"Además, incluso en el punto álgido de la Guerra Fría manteníamos relaciones económicas con Rusia y eran estables", puntualizó la política.
En opinión de Kramp-Karrenbauer, el Nord Stream 2 provocó conflicto de intereses entre Alemania, Ucrania, otros países de Europa oriental y EEUU al agregar que este último, sin duda, persigue sus propios intereses económicos y políticos.
Hablando de la dependencia de Alemania del gas ruso, la líder del CDU afirmó que "ahora estamos construyendo una terminal de regasificasión para el gas estadounidense, por tanto no veo ningún peligro de caer en dependencia".
En lo referente a las sanciones por parte de EEUU en relación con el proyecto, Kramp-Karrenbaue indicó que no es la mejor estrategia a aplicar a sus "socios y amigos".
"Se han tendido más de 600 kilómetros", dijo.
El proyecto Nord Stream 2, impulsado por una alianza de empresas de Rusia, Alemania, Austria, Francia y los Países Bajos, prevé el tendido de dos tuberías para transportar 55.000 millones de metros cúbicos anuales de gas.
La infraestructura fue concebida para diversificar las rutas del suministro del combustible a Europa y elevar la seguridad energética.
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Se oponen al proyecto Ucrania, que teme perder sus ingresos por el tránsito del gas ruso, y otros países europeos como Polonia, Letonia y Lituania.
También expresó su recelo Estados Unidos, que busca vender a Europa su gas natural licuado.