Los fondos que Londres destinará a Venezuela permitirán "proporcionar a los niños hambrientos el tratamiento necesario para salvar sus vidas, así como vacunarlos contra enfermedades mortales y garantizar a las personas el acceso a agua limpia y artículos de higiene", dijo Mordaunt.
Mordaunt agregó que los fondos se asignarán de las reservas del Ministerio de Desarrollo Internacional británico que se utilizan en caso de situaciones de crisis fuera del país.
"Los fondos se destinarán en apoyo a las organizaciones humanitarias que operan en la región, teniendo en cuenta con qué dificultades se han encontrado ya, así como el hecho de que el régimen de Maduro niega la crisis, no revelaremos cuáles son las organizaciones que apoyamos", resaltó.
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Venezuela atraviesa una crisis económica y política que se agravó el 23 de enero, después de que el jefe de la opositora Asamblea Nacional (parlamento unicameral), Juan Guaidó, se autoproclamara "presidente encargado" del país.
Guaidó fue reconocido por EEUU, la mayoría de los países integrantes del Grupo de Lima y varias naciones más del continente americano, así como por buena parte de los Estados miembros de la Unión Europea (UE).
Rusia, así como Bolivia, China, Cuba, Irán, Turquía y otros países, reafirmaron su respaldo al actual Gobierno venezolano.
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El 31 de enero fue creado un grupo de contacto internacional sobre Venezuela, integrado por países de Europa (Alemania, España, Francia, Holanda, Italia, Portugal, el Reino Unido, Suecia) y América Latina (Bolivia, Costa Rica, Ecuador, Uruguay), así como representantes de la UE.
La declaración emitida a final de la reunión expresa la voluntad del GCI de promover una solución pacífica de la crisis venezolana a través de "las elecciones presidenciales libres, transparentes y creíbles" y contribuir a la entrega de ayuda humanitaria de urgencia para la población venezolana.
La declaración fue adoptada por Uruguay, la UE, Costa Rica, Ecuador, España, Italia, Portugal, Suecia, Alemania, Francia, los Países Bajos y el Reino Unido.
Bolivia, aunque decidió seguir formando parte del GCI, no firmó el documento, y México decidió no integrarlo, aunque tomó parte de la reunión.