"La situación en Afganistán sigue siendo difícil, pero también vemos los esfuerzos para lograr la paz; EEUU mantuvo informados a los aliados y continuamos las consultas sobre las consecuencias de un posible acuerdo de paz y cómo la OTAN puede apoyarlo", declaró Stoltenberg de cara a la reunión de ministros de Defensa de la alianza que se celebrará los días 13 y 14 de febrero.
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También confirmó su reunión con el enviado especial de EEUU para Afganistán, Zalmay Khalilzad, celebrada la víspera.
"Es nuestro tercer encuentro en las últimas semanas, de momento es demasiado pronto para decir si habrá un acuerdo, pero la OTAN continúa ayudando a las fuerzas de seguridad afganas a crear las condiciones para una solución pacífica. Una cosa es cierta: juntos fuimos a Afganistán y juntos determinaremos nuestra posición futura", dijo.
A su vez, la embajadora de EEUU ante la OTAN, Kay Bailey Hutchison, comunicó que Khalilzad solo ha iniciado el trabajo para crear las condiciones con el fin de celebrar consultas sobre un acuerdo de paz en Afganistán.
Subrayó que EEUU espera "que todas las fuerzas externas y regionales ayuden a Afganistán en su camino hacia un acuerdo".
El presidente de EEUU, Donald Trump, en su reciente discurso del Estado de la Unión ante el Congreso, calificó de "constructivas" las conversaciones que se mantienen con varios grupos afganos, incluidos los talibanes, y afirmó que será posible reducir la presencia militar de EEUU en Afganistán y centrarse en la lucha contra el terrorismo a medida que avance el proceso negociador.
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Más tarde, el enviado especial de EEUU para Afganistán, Zalmay Khalilzad, aclaró que todavía no existe un calendario para sacar las tropas estadounidenses emplazadas en territorio afgano.
Hasta ahora, los talibanes han condicionado el proceso de paz en Afganistán a la retirada de las tropas extranjeras y han insistido en acordar el calendario de su retirada con EEUU, no con el gobierno en Kabul al que califican de "títere".