Hay fechas e instantes que llegan y pasan sin trascendencia alguna, otras perduran para siempre, como indicadores de un cambio trascendental en nuestra vida, y en la de millones de personas en el mundo entero.
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A una de ellas va dedicada la presente crónica.
Razones hay más que suficientes, pero la más importante es que, con la celebración de la 22ª OIlimpíada blanca en Sochi, en la costa del Mar Negro, realmente se hizo realidad un proyecto ruso osado, temerario y atrevido, que al pie de la letra demuestra en la práctica el dicho popular '¡La Valentía toma las ciudades!'
No será una exageración constatar que la intervención del presidente de Rusia, Vladímir Putin, en la sesión del COI, en la que hizo promoción a la candidatura de Sochi, fue uno de los factores clave que determinaron la votación a favor de esa ciudad rusa como organizadora de los Juegos 2014.
Rusia, consciente de que prácticamente tenía que levantar la infraestructura olímpica desde cero, se esforzó al máximo para crear la infraestructura adecuada para los Juegos 2014.
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Cada año que pasaba, Sochi iba saliendo de su precario estado de pueblo provinciano, con edificios obsoletos y una planificación urbana que se había quedado aún en la era soviética, a una urbe capaz de llevar a cabo una verdadera revolución en su sistema de telecomunicaciones, la energía eléctrica y sus sistemas de transporte, donde iban apareciendo las estupendas instalaciones que poblaban el Parque olímpico, a espaldas del imponente mar Negro y en el centro del cual estaría ubicado el parapeto de la llama olímpica 2014, rodeado por el Estadio Olímpico de Sochi, llamado Fisht, que acogería las ceremonias de apertura y clausura; el Palacio de Hielo Bolshói y el arena Shaiba, donde se jugarían los encuentros de hockey sobre hielo; el Palacio de Patinaje Iceberg, en el que tendría lugar el patinaje artístico sobre hielo y patinaje de velocidad sobre pista corta, el Arena de Ádler, destinada al patinaje velocidad sobre hielo; y, finalmente el Centro de Curling Cubo de Hielo, para los partidos de curlin.
Allí iban construyéndose el Complejo de Esquí y Biatlón 'Laura', destinado para biatlón, esquí de fondo y combinada nórdica (esquí de fondo); el Centro de Esquí 'Roza Jútor', escenario del esquí alpino, el Extreme Park Roza Jútor, para el esquí acrobático y snowboard; el Centro de Deportes de Deslizamiento Sanki, donde tendrían lugar las competiciones de bobsleigh, skeleton y luge; el Centro de Saltos 'Russkie Gorki', para salto de esquí y combinada nórdica.
Finalmente, se logró cumplir al cien por cien los planes de creación de la infraestructura olímpica y a un año de los Juegos 2014 todas las instalaciones albergaron competiciones de prueba y comprobaron su alta calidad.
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Otro singular componente de los Juegos de Sochi 2014 fue la Antorcha Olímpica, que tradicionalmente empezó su recorrido en la ciudad griega de Olimpia y esta vez recorrió más de 65 mil kms, llegando el día inaugural de los JJOO a Sochi.
El instante trascendental ocurrió cuando la antorcha de la Olimpíada Sochi 2014 fue transportada por primera vez en la historia del movimiento olímpico hacia la Estación Espacial Internacional y fue expuesta hasta en el espacio abierto.
En lo que se refiere al aspecto puramente deportivo de los Juegos de Invierno Sochi 2014, Rusia confirmó su alta posición en los deportes que forman parte del programa olímpico invernal. El equipo nacional de Rusia conquistó un total de 33 medallas: 13 de oro, 11 de plata y 9 de bronce, un récord que sobrepasó incluso los logros del equipo olímpico de los mejores tiempos de la época soviética. Quedaron detrás Noruega, Canadá y EEUU, respectivamente.
Hoy en día todas las instalaciones olímpicas de Sochi son usadas durante todo el año, albergando innumerables eventos deportivos a nivel nacional e internacional, funcionando como un semillero de futuros ases de las modalidades deportivas de invierno.
Además, en Soshi funciona la Universidad Olímpica Internacional, donde estudian representantes de decenas de países del mundo entero.
Sin lugar a dudas, la experiencia acumulada durante los preparativos para los Juegos de Sochi 2014 y su celebración ayudó a Rusia prepararse y organizar el Mundial de Fútbol 2018 que, según la apreciación de la FIFA, ha sido el mejor en la historia de la Copa del Mundo.
