Anteriormente las autoridades locales declararon una situación de emergencia, ya que cerca del poblado de Belushia Gubá se detectó la presencia de al menos 52 osos blancos, uno por cada 46 de los poco más de 2.400 habitantes.
El organismo advirtió que se trata de un caso único, pero que demuestra que en el Ártico los animales salvajes se topan cada vez con más frecuencia con los seres humanos.
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La causa de la invasión, según los expertos, radica en los vertederos de basura que se hallan muy cerca de los poblados, aunque el calentamiento global también afecta cada vez más a los animales del Polo Norte.
El oso polar puede atacar al ser humano, y en la región se registraron casos de incursiones de esos mamíferos en edificios de vivienda y en instalaciones.
Los expertos de WWF excluyen su cacería masiva, ya que se encuentran en peligro de extinción, y llamaron a crear una patrulla osuna similar a las que ya existen en Chukotka y en el distrito autónomo de Nenetsia.
Rosprirodnadzor es la agencia medioambiental de Rusia.