El himno argentino se cantó, gritó y coreó como en la cancha por los cientos de militantes de agrupaciones de izquierda y empleados públicos que llegaron hasta las inmediaciones de la Embajada de los Estados Unidos en Argentina.
"Cuando estábamos concentrando sobre la Avenida Alcorta, incluso dejando paso en carriles alternativos, vino infantería y reprimió la columna. Habían hecho ellos un cordón lateral y avanzaron con los escudos sobre la gente, pegaron palazos, tiraron gases lacrimógenos", dijo a Sputnik Cristian, de la organización 22 de agosto, parte de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP).
"Nos preocupa terriblemente el antecedente que el eje Trump-Macri-Bolsonaro está generando en la región, que no es una resolución que corresponde a un orden internacional multilateral. Venimos a representar la posición de Uruguay, México, Sudáfrica y la mayor parte de los países del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que hablan de un diálogo para salir de forma pacífica de la crisis", dijo Juan Grabois, dirigente social y referente de CTEP.
"Independientemente de lo que piense cada una de las personas que se convocan hoy acá sobre el Gobierno de Maduro, lo que nos une acá es que tememos un derramamiento de sangre y que le pedimos al Estado que represente la posición histórica de la Argentina, que es la neutralidad, y que no sea servil a los intereses norteamericanos, que van a terminar en una guerra civil y en una masacre", dijo Grabois, un dirigente social muy cercano al Papa Francisco.