La tragedia tuvo lugar en Brumadinho el 25 de enero y se cobró las vidas de al menos 115 personas. El destino de más de 240 se desconoce.
La grabación muestra que después del colapso de la estructura, un enorme flujo de agua sucia inundó los edificios e infraestructura cercanos.
Tras la ruptura, los residuos se precipitaron hacia los edificios administrativos de Vale, la empresa propietaria del dique, y las casas de los residentes locales. Sin embargo, los sistemas de alerta de emergencias no funcionaron.