Uno de los dos pescadores había atrapado un enorme pez al que el cocodrilo ya le había echado el ojo antes. Así que decidió acercarse y arrebatárselo a los humanos invasores. El reptil se acercó a velocidad pasmosa y saltó sin pestañear.
Sin embargo, los intentos reptilianos fueron en vano. Los pescadores, que han publicado el vídeo en Instagram, entienden la reacción del cocodrilo. "Estábamos en su territorio, así que no nos podemos quejar", dicen.
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