Se trata de un "supercañón" que, según anunció el secretario del Ejército estadounidense, Mark Esper, es capaz de atacar a buques de la Marina china en el mar de China Meridional desde una distancia de 1.000 millas (1.610 kilómetros).
Al mismo tiempo, el alcance normal de cañones es de 100 km, mientras que en los cañones electromagnéticos llega a los 300 km.
Según este acuerdo soviético-estadounidense, un misil con un rango de 1.000 millas es considerado como un arma de mediano alcance y, por lo tanto, viola el INF.
Washington había anunciado sus planes de abandonar el tratado en febrero.
Es más, expertos chinos suponen que EEUU de hecho utilizó el misil chino Dongfeng-26 (DF-26) para crear este polémico "supercañón".
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