"El movimiento paralímpico ha estado, y siempre estará motivado por el deseo de impulsar la inclusión, no la exclusión. Independientemente de los países involucrados en este asunto, el CPI volvería a tomar la misma decisión si se enfrentara a una situación similar con países diferentes", cita el comunicado de prensa al presidente del ente, Andrew Parsons.
"Cuando un país anfitrión excluye a los atletas de una nación en particular, por razones políticas, entonces no tenemos otra alternativa que buscar un nuevo anfitrión para el campeonato", dijo Parsons.
El CPI está buscando una sede alternativa e intentará que el torneo se celebre en las fechas programadas, entre el 29 de julio y el 4 de agosto.
"Sin embargo, es posible que tengamos que ser flexibles en este ámbito teniendo en cuenta las circunstancias que enfrentamos", añade la nota.
En algunas ocasiones pasadas, Malasia permitió la presencia de atletas israelíes en sus estadios, pero en otras, como en el caso de dos windsurfistas hebreos en 2015, denegó las visas alegando que la bandera de Israel no podía ondear y el himno del Estado hebrero no podía ser tocado en el territorio nacional.
Los campeonatos que iban a celebrarse en Kuching se enmarcan en la fase de clasificación para los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.