Según Izvestia, Resonans-N entró en servicio en la Flota del Norte a fines del año pasado.
Este sistema encuentra fácilmente misiles balísticos y de crucero, aviones hipersónicos, minidrones, helicópteros y aviones fabricados con tecnología de sigilo. Durante el desarrollo de Resonans-N, se implementaron las últimas tecnologías cognitivas para el procesamiento matemático de grandes conjuntos de datos con capacidad de autoaprendizaje.
El nuevo complejo mejorará las capacidades de la agrupación de defensa aérea en la región ártica, donde después del colapso de la URSS aparecieron "agujeros". Para resolver el problema, en 2015 se formó el 45 Ejército de la Fuerza Aérea y la Defensa Aérea de la Flota del Norte, y el año pasado se formó una nueva división de defensa aérea dentro de este Ejército.
La ruta más corta hacia las fronteras rusas desde Estados Unidos cruza el Ártico, por lo que en esta dirección se necesita una protección confiable contra la aviación estratégica y los misiles de crucero, dijo a Izvestia el exjefe de las Fuerzas de Misiles
Antiaéreos, Alexandr Gorkov.
"El comando del Norte, que se implementa en la región del Ártico, realiza una amplia gama de tareas estratégicas. En primer lugar, la protección de las fuerzas y los medios de la Flota del Norte, que resuelven tareas particularmente importantes. Esta flota nuclear rusa más poderosa necesita cobertura confiable para sus bases y áreas de despliegue. También es importante asegurar las áreas industriales de Siberia, los Urales y Rusia Central", resume Gorkov.