"Han fallecido 79 mexicanos a consecuencia de esta explosión", luego de que 12 personas heridas fallecieron en hospitales y centros de emergencia, dijo Alcocer en una conferencia de prensa junto con el presidente Andrés Manuel López Obrador, para presentar el balance de la tragedia a 36 horas de la tragedia.
Por su parte, el presidente reafirmó que habría sido más complicado para una fuerza de 25 militares en la zona contener a una multitud de hasta 800 pobladores, que ante de la explosión acudieron con recipientes a recoger combustible en una fuga intencional del oleoducto siniestrado.
"Están actuando bien [los militares], en el caso de esta tragedia actuaron muy bien, todo mi apoyo al Ejército, hay quienes están sugiriendo que se debió reprimir; no es así, hay que resolver las cosas de fondo" dijo el mandatario.
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Según el secretario de la Defensa Nacional, general Luis Crescencio Sandoval, antes de la tragedia, los pobladores "hicieron caso omiso, algunos se tornaron un poco agresivos; y al verse rebasados por la cantidad de gente que llegaba con sus recipientes para llenarlos de combustible, (el oficial) fue obligado a retirarse a un costado, sin retirarse del área".
Las investigaciones
Esa línea de investigación es parte de las diligencias periciales, "de ninguna manera lo estamos tomando como resultado" fina, enfatizó.
Sobre las versiones de que algunos pobladores estaban fumando en la zona siniestrada, cerca de una fuente de combustible de hasta siete metros de alto, respondió que "son hipótesis, presunciones de responsabilidad", que las autoridades van a investigar.
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Las autoridades buscarán confiscar los predios que tengan relación con el robo de hidrocarburos a lo largo de miles de kilómetros, puntualizó.
López Obrador reiteró que continuará el plan gubernamental contra el robo de combustible, que le cuesta a Pemex más de 3.000 millones de dólares anuales.
Las autoridades "no daremos ni un paso atrás en la lucha contra la corrupción, no luché ni me apoyó la gente para llegar aquí [la presidencia] a convertirme en alcahuete de corruptos", expresó el mandatario.
Finalmente, el presidente ofreció a la población "disculpas si esta acción [anticorrupción] causa sacrificios, daños, molestias, pero lo tenemos que hacer".
Las autoridades consideran que el robo a los ductos es una antigua práctica, que se daba con frecuencia desde hace al menos cinco años, y por ello los pobladores tenían recipientes a la mano, pero sin culpar a la población por haber sido orillada a cometer ese delito.
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