Poco después de vivir un caos total, los índices financieros estadounidenses experimentan un aumento sin precedentes desde 2009.
Por el contrario, el reciente crecimiento estría vinculado con la actividad de los propios bancos centrales.
A finales de 2018, los inversores se dieron cuenta de que las autoridades monetarias habían empezado a normalizar su política y a retirar los activos líquidos. Como consecuencia, el pánico se apoderó del mercado, pero las elites globales pronto se encargaron de prevenir la disminución de los precios de los activos.
Oh wait……
— Sven Henrich (@NorthmanTrader) 19 января 2019 г.
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"No cambia absolutamente nada. Al igual que en 2016, 2017 y 2018, cada principio del año, las cuentas de balance de los principales bancos centrales empiezan a crecer y, por lo tanto, el valor de los activos crece también", explica el portal.
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La situación no tendría nada de especial si no fuera por las declaraciones de los órganos monetarios. Es decir, la Fed de EEUU aseguró haber reducido el valor contable de las cuentas, mientras que desde el Banco Central Europeo anunciaron la conclusión del programa de flexibilización cuantitativa.
Fue en diciembre cuando el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, dio por concluida la compra de activos. Sin embargo, la cuenta de balance continúa su crecimiento sin cambiar de ritmo.
A este respecto, los analistas de Vesti Finance constatan que los inversores deberían centrarse en la manera de actuar de los bancos centrales y no solamente en sus declaraciones.
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