"El fondo 'holdout' Aurelius demanda a Argentina por 'valores sin pagar entre 2005 y 2010'", informó el diario local Perfil.
Argentina se declaró en cesación de pagos de su deuda soberana, que en ese entonces llegaba a los 102.000 millones de dólares, a raíz de la crisis que estalló a finales de 2001.
Durante los mandatos del fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003-2007) y de Cristina Fernández (2007-2015), el país sudamericano realizó dos reestructuraciones de su deuda en 2005 y 2010 a la que se acogieron el 92,6% de los acreedores privados.
En noviembre de 2012, el juez federal de Nueva York Thomas Griesa sentenció que Argentina debía pagar el 100% de la deuda a los acreedores que habían quedado fuera del canje, fallo que confirmó la Corte de Apelaciones de Nueva York al año siguiente.
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Aurelius demanda ahora una serie de garantías que supuestamente quedaron impagas, dado que algunos bonos estaban atados al crecimiento del PIB y en 2014 el Gobierno argentino cambió el modo de calcular su medición.
El millonario pago a los fondos buitre en 2016 fue una de las primeras medidas que adoptó el mandatario actual tras su llegada al poder en diciembre de 2015, bajo la justificación de que Argentina debía recuperar la credibilidad del mercado y acceder al crédito a tasas más competitivas.
Para efectuar el pago, el Ejecutivo de Macri adquirió deuda por 12.500 millones de dólares a una tasa promedio de 7,2%.