"Nuestros puertos permanecen cerrados, los desembarcos están a cero y los italianos no pagarán ni un euro por otras nuevas llegadas", tuiteó Salvini.
Asimismo aconsejó a Europa que "acoja [con retraso] a centenares de migrantes que prometió acoger desde Italia el pasado verano".
La Valeta primero se opuso a acoger a los migrantes y al fin aceptó su desembarco después de que Bruselas se comprometiera a trasladarlos a ocho países de la UE, incluida Italia.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, acordó el 9 de enero con la UE que su país acogerá de 10 a 15 migrantes desembarcados en Malta.
Sin embargo, Salvini declaró que jamás aceptará a nuevos migrantes alegando motivos de seguridad.
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El problema migratorio sembró la discordia en las relaciones de la gobernante coalición italiana del Movimiento 5 Estrellas, de Luigi di Maio, y La Liga, de Salvini.
Europa es escenario de la crisis migratoria más grave desde la Segunda Guerra Mundial, causada por los conflictos armados y problemas económicos en Oriente Medio y África del Norte.
Italia es uno de los principales destinos de los migrantes que llegan por el Mediterráneo.
La lucha contra la migración ilegal fue una de las promesas electorales de La Liga.