"La legitimidad se alcanza actuando siempre desde la independencia y la imparcialidad, aplicando la ley al caso concreto desde el más estricto rigor técnico, pero también desde la equidad y valorando, de manera concienzuda, las circunstancias específicas de cada asunto sobre el que tengáis que decidir", señaló en su discurso.
Además, recordó que "la independencia es condición indispensable para el ejercicio de la función de juez" y que en el origen se sitúa la Constitución Española "como norma fundamental de nuestra convivencia, que inspira el resto del ordenamiento jurídico y que asegura un escenario cierto, sólido y fiable de derechos y libertades", señaló en alusión a la convulsa situación actual en España, especialmente por Cataluña y la corrupción política.
El monarca prosiguió que la Constitución es garante "de los valores supremos de una sociedad libre, sin los cuales no resultaría reconocible como tal porque encarna la máxima calidad democrática de una sociedad y ampara, a la vez que limita, el ejercicio del poder político".