Según Williamson, después del Brexit la influencia británica en el ámbito internacional debería comenzar a crecer nuevamente.
"Debemos ser optimistas sobre nuestro futuro después de dejar la Unión Europea. Este es el momento más importante en nuestra historia desde el final de la Segunda Guerra Mundial", subrayó.
"Presto mucha atención a la cuestión de cómo podemos maximizar el número de nuestras fuerzas de avance, creando elementos disuasorios y al mismo tiempo garantizando una presencia británica. Estamos explorando estas oportunidades no solo en el Lejano Oriente, sino también en el Caribe", dijo.
Según las fuentes de The Telegraph, se trata de crear bases militares en las antiguas colonias británicas: Singapur y Brunei en el mar de China Meridional, así como en Guyana y el territorio británico de ultramar de Montserrat.
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Williamson explicó que de esta manera Londres abandona la política iniciada en 1968, cuando empezó a cerrar sus bases militares al este del golfo de Suez.
A pesar de abandonar la UE, Londres no se niega a participar en la planificación conjunta de la defensa de los países europeos. A principios de diciembre, anunció la realización de ejercicios militares en el mar Báltico con la participación de las fuerzas estonias. El contingente militar británico también se expandirá en Estonia: se desplegarán 20 tanques nuevos para reforzar las unidades existentes.