Este 28 de diciembre las Unidades de Protección Popular (YPG) kurdas anunciaron que abandonaban Manbij y le dejaban el control de la ciudad a las tropas gubernamentales sirias ante la amenaza de una invasión turca.
"Turquía, por supuesto, reaccionará negativamente a la transferencia de Manbij bajo el control de las fuerzas de [el presidente sirio] Bashar Asad (…), sin embargo, en cualquier caso, los ejércitos turco y sirio no entrarán en confrontación directa", declaró Sezer a Sputnik, al opinar que "Rusia no lo permitirá".
Subrayó que el traspaso de esta región bajo el control de Damasco significa para Turquía "que ese territorio sigue siendo una fuente potencial de amenaza para su seguridad nacional", pese a que se cumplió de hecho la exigencia de Ankara de que las YPG abandonaran la zona.
Asuntos relacionados: Teherán saluda la recuperación del control sobre Manbij por Damasco
También, según el politólogo turco, ahora en Siria comienza "un período de incertidumbre".
Para Turquía, las fuerzas kurdas YPG son un brazo armado del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado en ese país organización terrorista.
Posteriormente, el mandatario turco anunció que decidió postergar la ofensiva después de una conversación telefónica que sostuvo con su homólogo estadounidense, Donald Trump, el pasado 14 de diciembre y tras la cual EEUU decidió retirar sus tropas de Siria.
Más aquí: Las Fuerzas Democráticas Sirias apoyan la entrada del Ejército de Siria en Manbij