"Para los cubanos el béisbol es todo, los niños aprenden a batear una pelota antes que a leer y escribir, se juega donde quiera, en las calles, en los patios, y arranca pasiones de una punta a la otra de la isla", comentó a Sputnik el veterano Alcides Figueroa, de 87 años, un exjugador ahora activo participante de las peñas deportivas habaneras.
Hasta la fecha, se conoce que el juego más antiguo fue celebrado entre jóvenes cubanos empleados del comercio habanero, y un equipo de Estados Unidos, también en el Palmar del Junco, en septiembre de 1867.
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Cuna del beisbol cubano, el terreno del Palmar del Junco fue declarado Monumento Nacional en 1991, y está entre los estadios beisboleros más antiguos del mundo, con más años de existencia que el Fenway Park, de Boston (1912) y el Wrigley Field, de Chicago (1914), ambos en Estados Unidos.
El béisbol fue introducido en Cuba en 1864 por los hermanos Nemesio y Ernesto Guilló, quienes habían aprendido su práctica en Alabama, EEUU, donde estudiaban.
En esa etapa del siglo XIX, todavía Cuba era colonia de España, y de entre sus practicantes salieron muchos a los campos de batalla en las guerras de independencia, lo que propició que en 1869 la metrópoli prohibiera la práctica de este deporte en la isla.
Otro hecho que realza la fecha del 27 de diciembre de 1874 es que uno de los participantes en aquel memorable encuentro, Esteban Bellán (1849-1932), fue el primer cubano y latinoamericano en jugar en el béisbol profesional en Estados Unidos, con el equipo Troy Haymakers, vinculado a la National Association of Professional Base Ball Players.
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A partir de ese momento se empezaría a tejer la historia dorada del béisbol cubano, donde equipos profesionales y amateurs llenaron los estadios, y se despertaron enconadas pasiones y rivalidades deportivas a todo lo largo y ancho del país.
Esto motivó un reordenamiento de las estructuras deportivas en la isla, que incluyó la eliminación del deporte profesional y la creación de las series nacionales, celebradas cada año desde 1962 y donde participan los beisbolistas más destacados del país.
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Ahora, 58 años después de la Revolución Cubana, cayó el cerco contra el béisbol de la isla, después de que las Grandes Ligas de EEUU y la Federación Cubana de Béisbol firmaran un convenio que frenará las acciones ilícitas y de corrupción de algunos agentes, se eliminará el tráfico ilegal de personas, y que establece que los jugadores cubanos no estarán obligados a desertar o abandonar su país para jugar en la liga estadounidense, la más importante y popular de todo el mundo.
Para el 2019 se esperan muchas y buenas noticias para los amantes del béisbol cubano, con la reinserción de sus grandes estrellas en el mejor béisbol del mundo, y con un necesario e impostergable despunte de las bases en las categorías menores, donde estará la cantera de futuras estrellas.
